Translate

domingo, 1 de abril de 2012

Sin nada que decir.

Las notas del piano se elevaban desde este, se evaporaban en el aire de una estancia. Aquello que se escuchaba eran llantos, lágrimas derramadas, a la deriva. Sin una dirección decidida.
Respirar hondamente ayuda a tranquilizar al corazón desbocado por la vergüenza que había pasado.
Se levantó de la silla en la que estaba y dijo "nunca más". Por confiar, por inocente, por buena, por todo lo que era...
Había sido pisoteada. Y de bailar un vals paso a un tango y de mortal paso a la inmortalidad.
Pisaba fuerte con sus botas, las desgastaba y no le importaba.


Sin nada que decir.


                                                                            

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho esta entrada... te quedas con la intriga de saber qué le ha pasado..
    Llega mucho :)
    Me seguiré pasando por aqui, el blog está muy bien!(:
    Sigue así y mucho ánimo!
    Besos desde:
    http://www.sicatorcevidasondosgatos.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Nos olvidamos de nosotros mismos para dar algo a los demás, sin nada a cambio, confiando y esperando lo mejor de todos, hasta tal punto que te ahogas en ese sentimiento y se te olvida tu propia existencia. No creo que las botas sean las únicas que estén desgarradas.
    Un beso de los que no dejan respirar(:

    ResponderEliminar