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martes, 21 de enero de 2014

Todo se reduce a simples coincidencias en el ascensor. -Uppss...

Quizás siempre faltó algo...
Esa necesidad de buscar algo completamente bello, completamente entero, y seguirlo, buscas el alfa que te diga que por una vez no te has equivocado.
Pero hay veces, momentos, que se reducen a una mirada, a un roce, a un parpadeo indeterminado y queremos que toda nuestra vida se resuma a eso, a eso que era bueno hasta que alguien vino y te dijo que no.
Un martes a las ocho y veinte de la tarde no hay ganas de discutir con un hombre que sostiene a sus argumentos a punta de pistola en el borde de su vaso de whisky. Soy defensora de la palabra escrita, por encima de todas las cosas deseo lamer tus estigmas hasta que de tus heridas no queden nada, y de las mías solo restos que se desprendieron pensando que en la caída encontrarían la estrella de cinco puntas que perdió la historia.
Siempre hubo algo incompleto y sempiterno que te roía los tobillos cuando asomaban por debajo de la colcha, cómo las ratas en las mazmorras de un señor feudal.
Lo siento, hoy... No estoy bien... ¿Sabes? Nunca estoy bien.
Espero de ti algo que no espero de nadie, ni siquiera de mi. Hay algo que falta en esta película de bajo presupuesto, la música suena, el cuadro no está nivelado y el suelo sin fregar... Entonces... ¿Porque me siento tan insatisfecha? ¿Porque mi fe en la humanidad se desmorona? Quizás debería darme una vuelta por el mundo de la reconciliación, salvo que no tengo a nada a lo que pedirle perdón y perdí mi voz entre tanto niñato queriendo llamar la atención.
Daría lo que fuera porque me conocieras de verdad... Pero sé, que solo eres otro entretenimiento que mi mente ha buscado para olvidarse de otras obsesiones... puede que más absorbentes que tú. Ja, ja, sí, hay cosas más absorbentes que tú; el aire limpio de los montes de pino, mis manos siendo reinventadas una y otra vez mientras acaricia lo que era tu recorrido antes de que lo lo fuera de verdad y yo te dijese no, por miedo a saltar... Ese muelle de recuerdos de otros y marcas de iniciales que no se corresponden a las nuestras... Porque nunca las hubo.
Se han olvidado de lo que somos, papá... Quisiera haberte conocido y que tú me conocieses a mi, antes de que, quien clicka en 'otros' en los formularios de internet en los que te pregunta el sexo, te llevase, y yo ahí, paralizada entre una lágrima en el ojo izquierdo y una llamada telefónica entrante, esa que colgaste antes de cogerla... Volveré a llamar... Perdí tú número, y no lo he vuelto a encontrar.
De cualquier manera yo he llegado a creer en las segundas oportunidades, en los 'piensa dos veces antes de actuar' y en la gente que presta conocimiento sin haberlo pedido. Siento que mi voz se pierde en las incógnitas de mi laberinto, con mi propio fauno y economista... Se llama Jhon... Cómo el de la canción...
Me perdí en la nave de regreso a casa... Quizás nunca vuelva... A mi se me han quitado las ganas de defender ideas equivocadas... Ya no, papa... Ya no me apetece decir 'te quiero' y aunque amo que me abracen; los rechazaré todos, porque lo que sabes que te va a hacer daño lo evitas... Como la tienda de golosinas de la Calle Real, disfrutó de mi observación reprimida y luego me fui, ella no se movió, él no quiso saber que existía y ellos evitaron saludarme.
Creo que existe todo aquello que no vemos: la felicidad, el amor, la amistad...
También creo que hace daño, que no todo es completo y útil... Quizás debería darme una vuelta por mi cama, ya sabes, rodearla para luego enroscarme en una esquina, por si alguien viene en mitad de la noche para enroscarse en la otra, esa compañía anónima que alimenta sueños y pesadillas. Entonces... No me gusta decirte que no eres nada para mí, pero te lo he tatuado en el antebrazo para que no se te olvide lo que duele no ser nada, para nadie, ni siquiera para el mundo que te sostiene.
Putas fantasías de viejas, escuchar el mismo cuento todas las semanas, llorar un poco, reír de vez en cuando y volver a empezar, bipolar... Antipatía... Pero la tiza tembló ante mi mirada desenfocada y mi mente ida, quisiera viajar e irme lejos, lejos y sola, porque todo el que significó algo ha dejado de hacerlo, y volverá con nuevas razones para amarlo mañana, con un hola en el whassap... Pero tú no lo entiendes; aunque yo quiera dejar de pensar mi cabeza nunca para, nunca frena su descenso por la última cuesta del mes de enero.

(odio enero)
dulces, ropa, navidad, nieve, invierno, música, amor, lindo
- Mierda...


domingo, 19 de enero de 2014

P.D: Odio los postdata. Esto no tiene nada que ver con la entrada. Amo a Dylan O'Brien. ¿Fin. Del. Mundo.? Es. Posible. Hoy. No.

Nunca llegaré a entenderlo. Esa manía del mundo y de la gente de necesitar que le persigan... que les busquen, todos necesitamos ser salvados y encontrados pero... demostrarlo sería confesar la debilidad y eso... eso solo está permitido en el arte y en las librerías.
He escuchado algo que te hace vibrar el alma, será eso lo que me impulsa -otra vez- a escribirle a quien no me ve, ni me oye, supo que existía pero después se fue, tiene sentido.
Ven conmigo y con mis ideales a hablar del mundo y sus límites, juguemos a esquivarlos mientras corremos cuesta abajo leyendo en cada salto un verso de Rilke.
Pero que mal lo hacemos todo, por eso nos reprochan tanto, somos jóvenes a los que hay que vigilar, acorralar y luego soltar, para no volver... 'Mal, lo haces mal... Pero él seguía... Cómo seguías tú... Hay pobre secreto... Ya no tiene quien lo guarde.'
Podríamos viajar, y en el camino preguntarte a cerca de tus gustos raros y alejar el barullo existencial de los demás, porque no hay nada que odie más que los problemas de otros que se convierten en nuestros, estamos aquí para entretenernos mientras pasa la vida, sería muy aburrida sino, Woody Alen no se equivoca ni cuando no ve sus películas para no ver lo malas que son.
Hablemos de la vida secreta de Walter Mitty y su viaje a Groenlandia, lo que allí haríamos si no hubiese tanto frío, de que si yo me dejase besar y tú me besases mi cuerpo despertaría de su letargo y sabría algo que todavía no sé... Suele pasar...
No somos tan distintos, ni tan diferentes, y no me recubre ninguna piel transparente que me aísla del mundo, no creo en que los locos gobiernen, solo los suficientemente idiotas.
El ser... El conocer... Esa adolescencia maldita, y esa soledad postergada por un tiempo, catapultada a la otra punta de lo que ahora mismo, remarco el ahora, es mi vida, porque se ha visto enterrado bajo miles de preguntas sobre mí... Parece que solo yo sé responder...
¿Me creerías si te dijera que el examen sobre mi misma lo suspendí? Se quedó en blanco, una hoja en blanco... Por escribir... Y no salen, las putas primeras palabras no salen...
Si es que al final... El radicalismo extremo... Ese anarquismo y comunismo ambiguo, viejo, que solo sirve para leer, recoger lo bueno, estudiar la historia y crear, crear algo nuevo:
No te agarres al pasado esclavista por doce años decía la sentencia del juez de la muerte lenta.
Supéralo, escribe a cerca de lo que crees que está políticamente mal y arréglalo, si solo te quejas no cambias nada.
Dejemos a la libertad libre, que ya ha sufrido bastante, en su nombre los ríos se convirtieron en fuentes de sangre, y dime fantasma sí el grito de os revolucionarios no se sintieron desdichados después, sino miraron al futuro con ojos de cordero aún por degollar y suplicaron a sus hijos que lo hicieran mejor, mejor que ellos, mejor que nosotros; ¿Sabes para qué se tienen hijos? Para arreglar lo que no pudieron sus padres, para ser mejores, para cambiar lo que se creía invariable.
Menos aparato inútil e innecesario y más diálogo, se han olvidado de escribir, y su anacronismo es preocupante, desgarrador, nos ahogamos con pesas atadas a nuestros pies húmedos, débiles, cuarteados por el frío de un país hambriento... Y luego, y luego tú no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, sin pensar que esa frase no se ha cambiado en años, y ya vale.
Que llegue un día, en que no haya miedo, que yo no tenga miedo... ¿Sabes esa película, The First Time, lo que le dice ella a él; 'Nunca te dirá que sí si tienes tú más miedo que ella'? Pues exacto.
Quiero saber lo que se siente al dejarse llevar... Porque no puedo...
Parece fácil... Lo fácil siempre fue difícil para quien no sabe bailar...
Patinar... Es como flotar... Y no saber que lo haces, es querer caerte, hacerlo y levantarte despacio para por que si acaso te das cuenta que estoy a la altura del betún, y un hombre me restriega por sus zapatos caros...
Estúpido mundo orgulloso, estúpidos pensamientos sin oyentes con el suficiente intelecto mental como para entenderlo... Agárrate a algo y lucha, pero asegúrate que a lo que te agarres sea bueno.

naturaleza, pájaros, imagen, amor, esto, i
Lista de canciones que tienes que escuchar
(si no lo haces no te pasará nada,
pero mi padre me enseño a
apreciar lo bueno, y yo os enseño a
vosotros):
The world record We're #1
Sweet Luise
Love is on the radio
King and lionheart
Miss Sunshine


sábado, 11 de enero de 2014

"¿Hay algo que pueda escribir que nunca olvides?" R.K. (Mario)

Me esperaba otro tipo de final. No sé... Menos 'intenté perderme por la ciudad' y más 'solté lo que tenía dentro, fui a su funeral, me quedé y el dolor se fue contigo amigo'.
Necesitaba algo diferente y Alex Turner estaba dispuesto a dármelo, la banda sonora de una película rara... Un chico raro... Que vino de la mano de un libro todavía más raro... El tipo que lo escribió se llamaba Joe, y no era el marido de una actriz acabada, ni un escritor convencional, él si vivió para ver publicado su libro no cómo el otro tipo, el de la Conjura de los necios, ese vivió para escribirlo y una vez escrito ya podía morirse tranquilo, había tachado la última cosa por hacer.
Tenía que ser horrible. Tenía que ser la última genialidad hagamos un remake acerca de la vida de los capullos, esos que escupen mientras andan, ¿o de los otros?, no saben que ensuciar el camino que pisan es cómo cagarse donde duermes... Una mierda.
Solo me apetecía escribir... Escuchar un poco y llorar por los que yo están, y por las que están pero te odian; acéptalo. Llorar es fácil, convencerse de que sonreír te hace más bonita también... Pero, ¡¿En que clase de realidad vivimos?!
Un hombre se da una vuelta por la galaxia y tú compras el pan en la nueva panadería... Ahora está de moda las tiendas que duran poco y se olvidan pronto... Vaya... Iremos a la nueva heladería antes de que la cierren. Demasiado bonita para que dure lo suficientemente abierta para verla mis hijos... Sí tengo... Sí no tengo la verán los hijos de otros, o les taparé los ojos.
Aparece entonces el egocentrismo extremo del adolescente deprimido... Veo que sonríes... También veo cómo cruzas los dedos, como asfixias al destino, le amenazas con destruirlo y el muy sádico te pide que lo hagas rápido para destruirte el tuyo.
Jorge, querido, ven y siéntate conmigo. Dices que los artistas somos unos mentirosos, y en eso te aplaudo, dices que la vida va de amor y yo te digo: ¿Y sí eres más listo de lo que crees? Sí, va de amor, si crees que el amor es ese objetivo lapidatorio (hoy nombro a la muerte y al destino, un triguero corto y strange for us), sí piensas en el como el bombón agusanado de tu caja desgastada, porque en las nuevas ni siquiera hay bombones, se los comieron todos los viejos -y teníamos hambre nosotros también-. Hablo con metáforas, cuando hablo de mi cuerpo como objeto sin usar, hablo de metáforas, cuando hablo de hambre y bombones hablo de realidad cohibida y de metáforas.
Me gustaría que recibieses el regalo del escalón cojo. Te partes la pierna, no subes y otros te saltan. Estúpidos amigos ficticios, de que sirve amar si solo recibes 'Holas'.
- Hola.
- Hola.
- ¿Funeral?
- Boda.
- Te acompaño en el sentimiento.
- Te quiero.
*El sonido de los sesos esparcidos por las paredes del ascendor*
Te sacudes los restos y prosigues, un bonito día. Sonrisa amarga.
No sabes nada. No se nada.
De lo único de lo que estoy segura es de que la vida no trata de amor, de que hoy me apatecia hablar de algo bonito y acabé por hablar de la muerte y su hoz, de que aunque no quiera habrá que luchar por derechos, por respeto, por mejorar y ser mejor, de conseguir la aprobación de una próxima generación de necios... Querido Joe, ni tu novia piromana consigue quemar todas las miradas vacías, todas las decisiones erróneas y todas las ideas nacidas del mal, del mar, del agua, de mi, de tí, de las palabras escurridizas por la mantequilla -¿Quién la puso ahí?-, de tu cara preguntándose que es esto, y de la mía mirándote condescendientemente y sin decirte nada respondertelo todo:

- Tan solo el lío en el que se metió el mundo el día que descubrieron que nos podíamos cargar la tierra con nuestro ruido incesante y saturado de humo negro, y que molaba. Molaba pudrirse en oscuras nubes de ácido. Creó a los poetas para describir el infierno, y así, aumentar su ego.


"Y vuelvo a enamorarme durante seis minutos más.
Una efímera tregua en nuestra eterna discusión.
Tú ya me entiendes...
"
R. K. (Mario)
                                                         

miércoles, 8 de enero de 2014

'JAMÁS' Y me callé.

No era nada. 
Nunca había sido nada.
Rezaba que esta iba de gente apasionada, decía que eran amateurs con un fin en el objetivo de su cámara, que dibujaba para aliviar la tensión de sus manos, y esa 'pasión esclavista', cómo lo llama mi amor platónico, al que se amaba en secreto y se formaba de cachos de otros,
palabras, 
quería palabras 
y las palabras volaron,
pero de eso no quiero hablar.
Su vida señores... Se iba a convertir en un número. En un; hay 80 plazas
y un; 10,775.
Cuando las matemáticas te escupían en la cara era la sensación existencialista del que prefería mil veces las hipérboles, y con hipérboles describió la que sería su nueva vida: Iba a ser un hikikomori. Las violetas se marchitaron por falta de riego.
Mmmm.... No hay lucha que sea fácil, no hay dolor placentero, no hay imagen suficiente para abarcar el mundo y resumirlo, a mi, -amante de largas descripciones-, me gustaba resumir, y decir que Josefina lloraba desconsolada por su desconsuelo añorante -eso no existe- pues ahora sí. Porque todos nos merecemos tener vías de escape y llamar estúpido a quien quieras a través de un tipo gordo narigudo, hecho de cartón y barro estampado en el primer cuadro que encuentras entre otros...
Decorar paisajes de lagos helados con un nosotros pegado al hielo huidizo de mi mirada. Dios... Y yo sin guantes, y sin gorro... Esos trozos de tela que parecen gustarle a todo el mundo.
Y mira, no me gusta la forma de caminar de los marcianos verdes de ojos dorados amarillos pero no todos los bichos tienen que tener la forma que a mi me gusta, ni mis mejores frases repetirse hasta la eternidad más cercana.
El mundo se ha vuelto loco, amigo. Ha perdido la cabeza y yo pensando en el puzzle que me queda por componer.
Odio odiarme y saber que no poder es una realidad palpable. Es áspera y se me han raspado las palmas de las manos de tanto restregar, eso sí, los histerismos y gritos chillones son cosa del pasado, aprendí que desgarrarse la garganta no servía para nada, solo para que llegado el momento no te salgan las palabras.
Me cabrea que critiquen con esa indignación y orgullo sensible, ese "tú a mi no me mandas, no me manda nadie" y el ser anarquista sin saber que poner un poco de orden en el caos de la mente insatisfecha es como gotas de lascivia recorriendo tu columna vertebral. Tú vida se convierte en el objetivo de superar un 10,775 y tu espalda gozando de las caricias que le envían las pocas neuronas rebeldes y reivindicativas, a tu espina dorsal. No has sentido a tu cuerpo más vivo hasta que les has mirado a la cara y dicho: La vida no tiene sentido hasta que no sales y respiras y dices "hay un jamás escrito en el cielo, y no es azul ni lo sujetan ángeles". Más bien son los caídos y los demonios, monstruos de otros (los tuyos han ido a recogerte al aeropuerto) con un cartel muy grande haciendo de panegírico: Jamás la raza humana será libre, nacisteis para servir a la estupidez con una mente prodigiosa.
Porque para imbéciles no nos gana nadie.
¿Genios? De esos ya no quedan, unos cuantos charlatanes con ecuaciones detrás, otros que defienden ideas anticuadas y muertas hace tiempo, sepultadas por la historia, que reviven ahora gracias a la ignorancia de los que olvidaron.
No se hacer fotos.
Odio los Posdata, y no me gusta que el aire se endulce con el sabor de ninguna piel.
sleep, night, bed
'Shhh... Escucha un poco anda...'
Entre los espacios de mis puntos suspensivos...
No hay piel suficiente para tapar tantos agujeros, te tragan en un momento... No soy libre... Y tú... Tampoco.