Bailamos alrededor de algo que esta y no se ve. Volvemos la cabeza extrañados, paramos el vals con cuidado. No hay nadie detras y no nos molestamos en volver a mirar. Seguimos nuestro ritmo una y otra vez, damos media vuelta y otra entera.
El ciervo se levanta, el gato camina de vuelta a su casa y mientras todo eso pasa ahi estamos nosotros, figuritas de cristal congeladas en el tiempo.
IRENE.
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