Subida a un andamio, con nada debajo. Tan solo me aseguraban 4 palos, un hierro y mi cuerpo. Las piernas me temblaban casi ni me sujetaban: -Tienes el miedo pintado en la cara- medijeron. Y tenian razón, me atemorizaba dar un paso en falso y caerme. Pero seguí subiendo. Lo mas sorprendente es que eramos 15 y solo llegamos a arriba del todo 3. Puede mi miedo fuera darme cuenta de que estaba a 12 metros de altura, pero me lo comí y bajé atenta a la mirada de todo el mundo.
Mis piernas tembaban tanto que parecien clabadas al suelo no se movian.
Tan solo mis manos se sejetaron a la barra de hierro y solo pensé en bajar al suelo.
Cuando llegue y mire para arriba...era tan alto y yo habia subido hasta alli y habia bajado. Era interesante reconocer que el dolor de tripa era consecuencia de haberme enfrentada a mi peor miedo, dar un paso en falso.
Irene.
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