Miles de caras que prefiririas que no vieran, solo ciegos en un mundo oscuro. Hay una viga grande a la que cuando llegas te apoyas sin pensar. Es firme y te sostiene.
Te aferras a ella como a nada y de repente puedes descansar te sientes segura y con confianza pero solo durante un tiempo, después... desaparece.
Te falta el aire y solo oyes dos tipos de voces las que te dicen que no pasa nada, que no estas sola y las que te dicen que si lo estas.
IRENE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario