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miércoles, 17 de diciembre de 2014

Diario. "Todo era tan erróneo"

Veo como me rodea el erial de mi vida sentimental. Y siento miedo. Pánico.
Superado el nivel de aceptación de la compañía de la soledad, aprendiendo a convivir con la presencia inseparable de su sombra envolvente, casi amigable a los trece, no es extraño que ahora sienta un terror anormal a las relaciones sociales, más específicamente a las románticas; hablo de posibles personas que se acerquen demasiado, que su piel toque tu piel, que compartan tu intimidad silenciosa y pretendan conquistar tus independientes e incorruptibles pensamientos y quedárselos para sí, poseer mi mente confundida y a ratos perversa. Pánico. Serpientes demasiado estrechas intentan tragarseme entera, de los pies a la cabeza, como el hambre, con los rugidos internos de lo inacabado, de mí.
Que odio irreversible, gutural y anodino se acrecienta en mi mente y se extiende sobre mí, hacía mí, por mí
anorexia, anxiety, depression, sadness, suicidal, suicideIrremediablemente.
Errores, irresolubles; poseer las palabras equivocadas siempre falsas y fingidas, pensar en ellos, -humanidad bendecida, ¡dejad que vuelvan los Reyes, olvidaos los regalos, soltad los papeles y venid corriendo a esperar la ilusión perdida, la definición de esperanza-, equivocaciones, ruletas de la mala suerte, demonios en mis días, el orgasmo denegado, otra vez, -¿que pecado tan fatídico he cometido, para ver caer las últimas gotas del 'vaso medio vacío'?-, deseos de suicidio, de agujas entrando en mi cuerpo, tiras que aprietan el brazo esquelético de mi cadavérica alma, ánima de poco fe, quisiste creer que podrías dogmatizar tus errores, encarcelarlos por crímenes contra la salud mental, pero te equivocaste. De nuevo. Dioses. Jugar y desafiar a la vida, a la naturaleza, a tus propios instintos de supervivencia, dejar de huir de la muerte paciente y que te recoja en el camino de vuelta a casa, dónde el universo es finito y todos vemos el mismo azul, que otra forma de ir a la cárcel, recrear fantásticamente lo que sería tu infierno, pues si lo que te hace dudar de la existencia fuera demostrable y ostentase una solución fácil, no sería yo, ni habría literatura por lo que ninguna de las x que me conforman estarían aquí; contra todo pronóstico en un universo paralelo yo me miro al espejo y no me pregunto que hay de extraño en la mirada que me devuelve el reflejo, ni siquiera siento el miedo al descubrir el risco que se levanta desde mi profundidad hasta la pupila oscura, cuantos errores, incontables, apuntalados en mi espalda, -me cortaron las uñas, me decía que le firmase en la piel, le dejara marca, y yo no podía, no podía, me habían cortado las uñas...-.
La consciencia inunda entonces tu mente he irrumpiendo en tus planes sobre tu suicidio y sobre la elección del panegírico; debía ser inteligente, perspicaz, una burla a la razón lógica de la existencia terrenal y al mismo tiempo una despedida estudiada, pero joder, como si no lo supiera, seguramente la muy puta me respondería: "Estúpida niña llorica, ¿me pones a la vida como excusa? Y en realidad es por ser tan cobarde y no enfrentarte a la realidad y a tu impenetrable mirada, ningún poeta listo te dirá jamás que sin ti la poesía muere en sus manos, que sin ti se ha quedado sin catedral que admirar, y que si te vas tendría que cambiarlo todo de nuevo y ya le gustan las vistas desde tu cama". Y es que al mundo le importa una mierda si vives o mueres, si eres tú u otro, al único que realmente le interesa encontrar razones y motivos es a ti; raza humana, egoísta hasta la saciedad, propio de degenerados que solo buscan la fricción para crear el calor que les falta en los inviernos más fríos y sin calefacción.
Pero aceptarlo duele demasiado, y 'demasiado joven' es algo que me hace recordar las mentiras por las que seguía sonriendo antaño y ya no vale. Por esto y por aquello ha sido secuestrada la cordura y el sentimiento navideño, por esto y por aquello no vimos como se encendían las luces de la calle, e inmersa en mi eterna noche sin luna, miraba el cielo esperando alguna estrella que me dijese que valía la pena, que un día ya no tendría que huir de ellos, humanidad, nunca más.

                                                               Mistakes of my youth

1 comentario:

  1. Los vellos de punta, magnífico. Me sentí muy identificada con la parte de "... y pretendan conquistar tus independientes e incorruptibles pensamientos y quedárselos para sí, poseer mi mente confundida y a ratos perversa."

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