«Siempre lo intentaste. Siempre fallaste. No importa. Inténtalo otra vez. Falla otra vez. Falla mejor» Samuel Beckett

¿Ves ese pequeño ser vivo?
Apiádate de él, somos nosotros.

Ven y sigue a este desastre con patas que se ha tomado al pie de la letra lo de mejor sola que mal acompañada. Al final de una larga escalera estaré esperando tiritando de frío en mi propio invierno helado y estaré pensando en tirarme o no por la borda de mi ilusoria, y decepcionante existencia.

Entonces uno aprende la lección, después de tanto tiempo en el cual la soledad te encontraba y tu te regocijabas, en el hueco de la escalera de la última planta, a punto de saltar por el tobogán del sí puedo, claro que puedo, puedo... con todo, pues ahí estaba yo, antes de descubrir que si la felicidad no existía, ni el amor, la amistad tampoco. Y que la palabra, sentimiento o religión que empieza por a y que al revés no significa Roma, no es más que el deseo de pertenecer a algo y a alguien; yo dije no hace mucho (cuando se tienen 16 años las cosas pasan muy deprisa, ¿sabes? No te da tiempo a contarlo todo, y cuando vas a hacerlo ya lo has olvidado) que lo que diferencia un amigo de un novio, es que la atracción sexual no existe, pero que por lo demás, es exactamente igual, el reflejo de tu esperanza humana por ser partícipe de una relación en la que das y recibes, sonrisas y lágrimas... Yo me he cansado, estoy harta, ya no quiero más novi(amig)os cargantes a los que soportar, ya no quiero pertenecer a nadie, déjenme... en paz.

No hay mano lo suficientemente fuerte como para no soltar miradas hirientes,
no hay persona lo suficientemente persona como para no herir, nunca, a nadie.
Dicen, todos estamos un poco locos, y yo pienso, estamos un poco locos por la gente convierte cada pensamiento puro en algo nefasto para las propias sinapsis.

Ahora soy libre, empieza el verano, empiezan las oportunidades, que siempre han estado ahí, mirándome, a la que solo tiene un nombre y carece de diminutivo cariñoso, la que ha descubierto que a lo mejor nosotros no nos alejamos de la sociedad pasiva y miedosa, sino que es la propia elección de vida la que nos elije. Elección de vida... que bien suena, vamos a darle un concepto y un significado, para que exista de verdad y no se deje enterrar entre canciones de Navidad que ya nadie canta; elección de vida, nota de piano, oportunidad y decisión al un mismo tempo, se entrelazan en nuestra mente conjunta de sensaciones y formulan la melodía de la ciudad que describe Helprin, y que bonito suena, como reverbera, como se funde con los pasos vacilantes del que camina sobre una base tambaleante pero firme, aunque se hunda en el océano de lágrimas (¡oh! yo siempre tan dramática y romántica, seguro que disfrutaré de todas las gotas saladas que nacen de mi interior nefasto para la vida simple) y ahora déjame sola y deja que vuele, que corra escaleras arriba que el viento alborote mi pelo enredado y que el hombre me enseñe a trasladar el balcón de mi futura pero presente en la idea de mi casa y que me lleve de acantilado en acantilado recitándome versos de algún poeta con nombre rimbombante, yo no tendré vida para leerlo todo lo que hay que leer antes de morir (que mundo tan amante de la ironía) pero tú podrías ayudarme a hacerlo, podrías ser mi biblioteca particular, no mi amig@, no mi amante, no nada que para mi carezca de sustancia y de sentimiento, podrías ser sonido áureo y serpiente de aire, que me invite a saltar fuera de la burbuja anímica en la que nos consumimos...
Hazme gemir, y haz que descubra lo que el sexo es capaz de producir en un cuerpo tan metro sesenta; no lo entiendes, pero la obscenidad es lo que se produce de un aumento de complejidades oratorias de un verdugo, no hay nada que de más asco que el aparente aparentando.

Fumaría... Si no fuera tan masoquista...
o... por pecar demasiado de serlo.

Hay muchas formas de disfrutar un verano, no todas tienen que ver con arena y mar, y yo tengo mucha imaginación como para convertir dos tardes de calor en dos grandes carcajadas, con la boca bien abierta y el alma sangrando, la piel derritiéndose en el inflamable cuerpo de carbono, no tenemos alas, ni nos transformamos en estrellas cuando morimos, somos... eternamente, seres carcajeantes riéndose de la cruel broma que es la vida, en la que cual todo se mide con un valor de medida (:dinero) y se confunde el dolor con el placer, y tú no sabes lo que que el pie te arda, así que le prendes fuego, no sabes lo que son cinco segundo en el aire, así que saltas, solo, porque la soledad nos eligió para vivir en sociedad... ¿que os decía? triste ironía...
Y siempre perdemos, y siempre pierdo, pero ya no duele, ya no sientes lo mismo, ahora esperas encontrar adrenalina que poder inhalar desesperadamente de debajo de las piedras, ya no es lo mismo, podemos perder más y mejor, (que nadie me llame cobarde) ahora ya se lo que hay que hacer.

Bailemos pues un vals...

Daré vueltas mientras abrazo al aire 

                                                                entre la cantidad de víctimas y mentirosos que rodean mi vida...

Si quemase cada promesa que nunca llegó a serlo del todo y que por lo tanto, y por lógica del tiempo y de la humanidad, nunca se cumplirá, el incendio nunca se consumiría, el mismo sería la propia conspiración del consumo contra el consumo.

"Ves mujeres lobos cuando hay luna, pero amanece y se mueren de pena"

La chica que cuenta y sé lo que dice aunque no la entienda, ha dicho: "Querer de verdad nunca me pareció tan de mentira"

Love Natural
Best day of my life 
I' m gonna be
Lemon Tree ( otra vez, sí, pero es que esta canción vuelve,
y no puedo evitar recordar)

Vaya, es que tu mente alimentada (alienada) de deseos y sueños ha conseguido escabullirse de tu escrutinio infernal y se ha ido a hacer invierno transformando tu mente en un puticlub embotado; te regalo tres pensamientos por un número, un número a ser mejor alto, -que infle la media de penalidades, que desparrame esfuerzo y sacrificio entre venas de tinta imprimida-.
La chica tiene miedo de que la conozcan más de lo que ella se conoce, ¿será que no sabe que somos dos tontos con una misma cara que se busca la nariz del otro y cuando la agarra dice no sentirla? Será que no cree que nunca estamos solos porque la mayor compañía es la de la personalidad re(de)primida que escondemos.
Ya empieza el verano, lo sienten mis piernas blancas que han invernado en pantalones negros, y mis dedos descalzos acarician aire, o el aire les acaricia a ellos,-pervertido esas partículas en movimiento-. Niña no llores, has entendido que para escribir hay que saber lo que se escribe primero, y eres como yo y como otras tantas, que no saben si ir de naranja, porque la identidad aunque con riesgo de confundirse con un valor mercantil, es algo que ostentarlo cuesta los quebraderos de cabeza de una vida entera.
Sabes que te mereces lo que no te dan y te quitan, se han metido con las chicas equivocadas. Te explicaré una cosa:
Si hay algo que te hace volver, aquí, a escribir sobre un teclado y en la misma postura en la que tantas veces has pretendido recrear tu historia; con una pierna sobre el retrete mirandote a los ojos de un reflejo de espejo, con el pelo revuelto y la misma idea tonta de: "Antes de que me digas que me relaje déjame como decirte como se estiran los brazos" y pum, puñetazo.
No se ganan revoluciones con caras largas y vacías de espíritu.
Descubrí, con una Lena Valenti, que nada tiene que ver con San Valentín, que tengo la psicología de una sumisa, pero ojo, tengo mis propias normas; no te pongas nada que ya no lleves puesto, nos pasamos el día disfrazados y fingiendo, ahora toca ser amapola (naturalmente natural, ociosamente urbanita), no te pongas nada que no sea piel, y deja que hable, -ya sabes... soy de la teoría que si fuéramos desnudos por la vida muchos prejuicios morirían bajo el moho que crearía la ropa descompuesta en los vertederos-, y ahora deja que las emociones y sensaciones recorran vientre y cuerpo y alma, y shssss, no hables, estropearíamos los momentos con las palabras que queremos oír aunque muramos por dentro cada vez que descubrimos que son sola frases hechas, aunque la originalidad siempre es bienvenida.
Vamos a votar que clase de color camaleónico decidimos comuflarnos, así, democráticamente, para que se vea que si que sabemos saber llegar a un consenso consensuado, vamos a decir pene y follar, sin que se te coloreen las mejillas, son solo palabras, nadie te dispara por decirlas.
Que onanismo irracional desaparezca, deja fluir la existencia sin barreras tóxicas de miradas frías. La deshumanización no es lo mío, se trata de fe, fe en la humanidad y sus razones, en el maravilloso mundo en que el estamos, que no sería tan maravilloso, quizás, si no tuviera tantas cosas por las que debemos luchar en contra.
Déjate libre, los convencionalismos solo aíslan y te crean ojos de mapache en una silla de madera suiza con un potito de bebe sin acabar y una cuchara que la gravedad ha dejado caer.

(Por cierto, hemos perdido.)

Un día de mierda

Ciudad vampírica

"Vi tu cara triste cuando te corriste, 

y es que esta tristeza es integral. 

Y eso está mal"