Translate

domingo, 17 de noviembre de 2013

Probablemente eso que se a roto sea yo, y ese sonido lastimero el disco de fondo que decidí poner cómo decoración dramática por el suceso acontecido.

*Elegid vuestra propia música para leer esto, si elegís el sonido rítmico y melodioso de vuestra propia voz en la mente, habréis encontrado el sonido perfecto y adecuado. Yo pongo las canciones que me han hecho escribir hoy para recordar después que la música tiene algo que hace que escribas, que te impulsa a hacerlo: Red Rabbits, Turn on Me, A Comet Appers, Story of my life, Simple song, Spanish Sahara, We bought a zoo y practicamente todo el álbum de The Shins, Wincing The Night Away.*

La verdad es relativa, reza mi libro de Filosofía.
Lo que aquí es cierto y tiene sentido, allí no lo es. La visión que termina en tus pupilas deja de ser visión en la de otro. Me hace pensar en que, sí somos lo que somos y estamos donde estamos porque alguien lo imaginó una vez, si yo no podría crear de la misma manera algo diferente.
Me siento atrapada, tan atrapada, del tipo que tu aliento se congela alrededor de los barrotes de hierro, encerrada en lo alto de una torre inexpugnable.
Y me siento atrapada y enfurecida por mi misma en un principio, daría lo que fuera por saltar del muelle al agua, y parece una idea tonta y peliculera, pero...Significa algo, ese salto al vacío, a la enormidad del océano, como si saltando yo me olvidara de que debajo solo hay vacío y de que solo soy un ser medio entre enormes criaturas marinas. Significaría dejarlo todo sobre el suelo, y desnudarme cómo la ecuación que soy, hasta dejarme simple y llanamente yo, y que no me importara que mis gafas se empañaran (dejaría atrás esa obsesión compulsiva con mis gafas y todo lo que las pueda dañar), realmente quiero hacerlo, hacerlo y sentir eso que hace tiempo que no siento, eso que un día describí como los días de verano, este se ha pasado y sin acto de presencia... A lo mejor es que con el tiempo esa emoción se pierde, quien sabe, puede que quizás yo me haya dado la vuelta demasiado despacio y no me haya dado tiempo a despedirme, puede que la mente me juegue malas pasadas intentando entender el porque todo pasa y yo aquí, porque tengo tantas ganas de tener miedo y de superarlo; quiero saltar en parapente, y sentir el terror de que puede que no baje nunca y me quede allí arriba, suspendida en el aire, cómo un pájaro sin alas, cómo una hoja en equilibrio entre el cielo el suelo y el árbol, quiero hacerlo, de la misma manera que quiero hacerme minúscula y transparente y meterme dentro de un cerebro humano y ver cómo algo tan simple y tan normal como una neurona, pueda almacenar tanta experiencia, recuerdos, y vida. Algo tan pequeño... Algo que va muriendo, lo bueno se muere pero resucita en otros ¿no?
Quiero creer. Eso también quiero hacerlo... Creer que después de esta vida tengo otras por vivir, y que he vivido otras tantas antes que esta, por la simple razón de que me gusta, me emociona, busco la sensación que quiero y la retengo, buscamos la sensación que queremos y la retenemos hasta que deja de ser sensación para ser la nada y el vacío expandiéndose... cómo el universo,... Cómo el tiempo del reloj de muñeca que ya echo de menos, quiero imaginarme en 1789 con una bandera de Francia en la mano, y quiero imaginar que no estuve de acuerdo con la muerte, y que fui yo Charlotte, y quizás revivir en otro tiempo, en otra década, a principios de los años veinte y esta vez con el poder de las letras, me imagino poderosa y con la pluma en la mano escribiendo el manuscrito que se convertiría en manuscrito de otros, que luego cambiaría el mundo.
Y ser fan de algo, sí, ser fan del tipo saltar y escaparme de casa solo por ir a ver un concierto suyo, y tener miles de posters de su cara en las paredes de mi habitación. Pero hay algo, y no sé que es, que me recoge los pulmones y el corazón, me lo aprieta con fuerza dejándome los brazos y piernas laxos, y me dice que de ninguna manera yo voy a hacer algo fuera de razón, que no me permite experimentar el terror de lo inesperado y nuevo, que prefiere matarme de hastío, este ser lampiño y de ojos blancos al que he acabado llamando Toffy, se parece a la parte de mi mente que me obliga a no ser yo, para ser alguien, y no se quien y a odiar a la gente que dice te quiero afirmando una emoción que cree eterna, la parte que no me permite creer, porque no sabe lo que es el alma, ni donde empieza lo bueno ni acaba lo malo, ni donde está el principio del corazón latente de vida y donde termina el capítulo de mi amanecer donde las desilusiones de mí misma y de mi alrededor explotan, cómo cajas de sorpresa sin gracia, ¿dónde empezará ese capítulo de la historia en el que alguien aparece y tira a Toffy por la ventana, que me diga: 'Si no te tiras tú, te tiro yo', y que luego me mire y me pregunte que es aquello a lo que le tengo miedo para ser mi pistolero de muñeca rápida y hacerlo desaparecer, que haga que crea que de lo que ellos hablan existe, que lo demás, todo lo malo que se puede cambiar y no sé como, es solo un obstáculo superable, y que las banderas y fronteras podrán desaparecer si yo me lo propongo, si consigo que todos dejen de pensar en etiquetas y lugares, y empiecen a reflexionar sobre un mundo globalizado y único?
Y ahí se encuentra mi odio y resentimiento hacía mí misma, el que hace que me convierta en algo roto, triste y empalagoso...: ¿Por qué pienso que mi solución se encuentra en alguien y no en mí? ¿Por qué no consiguo arreglarlo yo si lo he creado yo? ¿Por qué parece que el gran puzzle, al que le faltan piezas que dejan ese vacío, en el corazón, en el alma (sea lo que sea eso), y los mismos ojos que se empeñan de solo pensarlo? Si las cosas fueran más fáciles la vida no tendría aventura ni emoción, pero vamos... ¿No voy a dejar ahora que me gobierne un destino del que soy dueña, verdad?
Ahora ya es demasiado tarde para aprender a bailar, tuve al oportunidad y Toffy, por echarle la culpa a algo, hizo que la perdiera, una oportunidad que se pierde día tras día.

clavos, inconformista, paz, amor, mujeres, hippies, hermosas
Lo que para mí no significa nada, para tí lo significa todo.
Alguien ha llegado a creer que esto (hacer click) es cierto,
y eso significaría que yo lo soy (perfecta), 
como muchas de las que se identifican con esa frase, 
me atrevo a atreverme a afirmar que dirán lo mismo que yo:

'Vaya puta mentira más grande.'

-Las personas inseguras están rotas por dentro, y perdidas, 
más perdidas que la mayoría
(lo digo por experiencia),
-Las personas groseras normalmente tienen un problema de rabia y odio hacía sí mismas
que no permiten transmitir amor ni que se lo den,
-el vivir despeinada y sin maquillar
denota un caso grave de infravaloración, de desprecio 
y de asco, siempre hacía sí misma.

No sé si esto significará perfección 
que la teoría de que según a quién 
le preguntes o qué calcetín sea robado
tiene la verdad un sabor distinto, sea cierta.



2 comentarios:

  1. Las verdades relativas de cada persona. Quién quiera decir eso debe ser una única persona, vivimos en un sitio en el que el físico lo es todo, desgraciadamente.

    ResponderEliminar
  2. Dios mío, Irene. Nunca, y digo nunca con total seguridad, nunca me había identificado tanto en un entrada como en esta. Es... No se como explicarlo. Que cada frase tenía sentido, que todo parecía encajar en mi cabeza como ese puzzle del que hablas. Que ha sonado un clic en mi cabeza al darme cuenta que tengo miedo a lo nuevo. Quiero ser fan de algo. Y quiero que yo misma sea la que, en vez de decir: "si no te tiras tú, te tiro yo", diga: "allá voy" y salte. Quiero hacer todo lo que nunca he podido hacer por miedo.
    A ver si lo consigo.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar