Cuando te descubres pensando en el vuelo elegante de aves exóticas, demasiado pequeñas como para que tengan el impacto medioambiental que supondría su perdida.
En esas plumas que al contacto con el agua se vuelven del color de los escarabajos verdes, el escritor apodado por mi "Escritor para los fines de semana" dijo en una entrevista que sí no escribiera se convertiría en un psicótico, dijo: Demasiadas voces en mi cabeza sin vía de escape.
Y yo pensé: Exacto.
Cada vez que recuerdo una conversación delgada e irreverente, también recuerdo otras, y todas tienen algo parecido, a veces me imagino a todas las personas a las que he escuchado hablar en la misma sala, sería un caos, pero pronto aprenderían a hablar en grupo, me imagino a personas desconocidas debatiendo sobre el mismo tema, y me emociona, porque no se trata de diferencias sociales, ni políticas, ni religiosas, sino del diálogo perfecto entre un grupo de gente inteligente.
Y sí, también temo que esa sala perfecta de tertulia infinita un día no tengan nada que decir. Cuando se cansen de desperdiciar saliva y empiecen a preguntar ¿para que?
Sería el derrumbe de mi moral y autestima.
Sucede en mi cabeza continuamente, y es horrible. Es el sentimiento demodelor de que algo se pierde, de que todo lo que digas es incorrecto y de que no merece la pena.
A veces pienso que me repito, que parezco una grabadora rayada que deforma mi voz hasta convertirla en la voz de una persona poseída por la rutina de palabras, por el hábito de repetir una y otra vez, algo que parece que todavía, en ti, no ha quedado demasiado claro.
Quiero decir algo, y no se el qué. ¿Hablar por hablar es una solución real? ¿O solo en mi mente?
A veces me pregunto como es que podemos ser como somos, juzgar sin saber, convertirnos en verdugos indirectamente y directamente. Enmascarados por razones de otros, no tuyas, ni siquiera las entiendes pero aceptas. Tienes que adaptarte, ¿a que? ¿Al cambio climático? ¿A los fenómenos meteorológicos? ¿A que exactamente debo adaptarme? ¿A que los errores de la historia estén condenados a repetirse?
No quiero volver a sentirme perdida nunca más, y en cambio, aparece ese sentimiento al principio con vergüenza, y luego arrasando, como un alción enamorado del pez que va a matar, y aún así se tira de golpe al agua, sin pensarlo dos veces, hasta asfixiarlo, hasta que cada partícula de su cuerpo gelatinoso se seque y muera.
Ainsshhhh....... |
Mucha suerte con el examen ^^
ResponderEliminarY sí, estoy totalmente de acuerdo, si no pudiese escribir, en ocasiones me volvería absolutamente loca.