Como la rosa llora,
como se empapa con sus propias lágrimas.
Tan debíl y delicada,
que pincha cuando la tocas,
que canta cuando la luna escucha.
La han juzgado tanto,
la han dañado tanto,
que ya no quiere ver.
Tan solo cerrar los ojos
descansar,
soñar,
e imaginar.
Bonitas, aunque tristes, palabras.
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