Solo es un año más... No importa, ¿verdad?

Yo recuerdo la ilusión que me hacía cumplir años... Yo lo recuerdo todo hasta que lo olvido, supongo que por eso escribo, ¿no? Las palabras en tinta se vuelven realidad más de las que vuelan, hacerlas regresar cuesta trabajo, ese 'me dijo...' nunca fue lo suficientemente exacto.

Pues eso, que recuerdo, que rememoro la sonrisa que se plasmaba en mi cara, recuerdo que pensaba... 

-Un año menos para hacerse mayor.

Que se le va a hacer... 16, pues vaya... 16 añitos canta Dani Martín, y sí, te crees la reina del mundo, que puedes con todo, que puedes cambiar el mundo solo porque ya te has imaginado cómo hacerlo... Pero no somos nada.

Luego tienes miedo de cumplir quince y no haber cumplido tus propias expectativas, esas que pensaba que yo sería mejor de lo que soy, la cosa es... que al cumplir dieciséis solo siento impotencia, rabia, y me tiemblan las rodillas, un año más, otra vida que se acaba y la cara de la muerte aparece en su cara, otra vida que empieza, y se te ocurre pensar en que ojalá para él ser joven no sea un objetivo impuesto por otros que han intentado definir un período de la vida en la cual el enfado por las verdades de uno mismo te hacen cometer esos errores de los que te ríes luego, antes te arrepientes, claro.
Me pregunto sí todos los grandes hombres y mujeres de la historia que tuvieron 16 años una vez se les pasó por la cabeza hacer lo que harían algún día, o sí por el contrario pensaban morir arrugados y finitos con nietos a sus pies y una mala memoria. Vaya... Esa vida simple y para nada complicada de muchos, el deseo de otros, no sé,... creo que soy la única persona del universo que no quiere ser feliz, que la felicidad no es un objetivo, porque no existe... no, no existe y no quiero otra vaga ilusión que se estalla en una pared de piedra del siglo XV, no quiero más mentiras, nunca, nunca más, ni verdades a medias, ni creerme la mitad de la que veo, no quiero. Quiero estar bien, quiero respirar, quiero volar, y quiero saber si alcanzar la seguridad de un primer paso desequilibrado puede llegar a ser perfecto.
Quiero estar bien, quiero que me deje de resultar fácil superar las muertes o los distanciamientos y llorar desconsoladamente como la gente normal, que no me resulte tan fácil pensar en el presente y superarlo para alcanzar un futuro.
Pero eso tiene algo bueno que me hace enorgullecerme de mi y decir: ¡Vamos, hombre! Ayúdame a levantar un país.
Quizás no ahora, pero luego. Y un luego seguro eh, no uno de esos de los que nunca vuelves a saber de ellos. Quiero olvidarme de que existís... De que hay alguien que lee esto, y quiero pensar que puedo hacer y decir lo que quiera porque nadie me escucha, porque es mi libertad, y tú, que me has idealizado, (siempre idealizamos para acercarnos a ese alter ego escurridizo), me imagines... No sé, cómo quieras... Pero que yo para ti, igual que tú para mí, no seas real, que no sea real. Es mi deseo, mi último deseo de cumpleañera, ahora que quedan cincuenta minutos de mi día antes de que sea veinte y haya terminado todo esto, deseo serlo todo para vosotros, esa ilusión inalcanzable de los románticos, ser aire. ¡Oh! Me encantaría ser aire. 
Vengo a decirte lo que ya te había dicho, que te quiero, que me gustaría susurrartelo, porque ¿sabes? Nunca he susurrado nada... Da igual lo que interpretes de esto, da igual, si piensas que soy una loca hippy o hipster y me guste el café, o sea pelirroja y tenga los mayores ojos verdes jamás vistos. Aunque siempre quedará la cruel realidad devastadora...: No me gusta el café, y no soy nada de lo dicho antes, soy una persona, en un lugar cualquiera, que sube todas las mañanas unas escaleras... Que piensa mientras las sube que las rodillas aguantan el peso de las mañanas felices y las noches tristes, de los sueños raros de una madrugada agitada... Sí... Y no soy pelirroja.
¡Feliz cumpleaños! Aunque la felicidad no exista y seamos siervos de un Dios que llora o de una existencia decadente... Aunque sea agnóstica y 'aunque'... un nexo muy exprimido...